Un espacio para compartir la palabra de Dios y crecer en ella.

Yo prometo y obedezco por Amor



Yo prometo y obedezco por Amor

Por Lissette Rodríguez

Lee este hermoso fragmento del Salmos 119 del 57 al 64



57 Mi porción es Jehová; he dicho que guardaré tus palabras. 58 Tu presencia supliqué de todo corazón; ten misericordia de mí según tu palabra. 59 Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus testimonios. 60 Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos. 61 Compañías de impíos me han rodeado, más no me he olvidado de tu ley. 62 A media noche me levanto para alabarte por tus justos juicios. 63 Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos. 64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; enséñame tus estatutos.

Me encanta como el salmista se expresa en esta porción del Salmos 119, manifestando una vida íntegra, siendo el manantial de esta todos los estatutos de nuestro Señor. Pero sobre todo, el notorio amor que siente cuando le sirve, al darle gracias, al pedir sabiduría, al dejar todo de lado para seguirle.

Cuando estaba en preescolar recuerdo que no tenía amigos, siempre me la pasaba sola sentada en algún murito del colegio, pero lo disfrutaba, no era algo que me hiciera sentir triste, me complacía mirar a todos mis demás compañeros jugar y correr mientras yo esperaba sentada a que acabara el recreo para volver a hacer las tareas que la maestra nos ponía. Crecí un poco y ahora estaba en la primaria, casi nada había cambiado, tampoco tenía amigos, cosa que seguía sin afectarme, de hecho recuerdo ser una niña muy feliz. Al entrar al colegio donde cursé mi bachillerato, las cosas cambiaron, pues ahora sí tenía amigos, empecé a conocer una variedad de personas que hasta el día de hoy han sido incondicionales en mi vida, aunque claro, algunos pocos, pero los necesarios y los mejores. Me encanta mucho este tema, pues si me preguntaran cuáles son mis palabras favoritas diría que amor y amistad, y estas dos tienen muchas cosas en común.  Ahora que estoy más grande puedo entender que Dios siempre tiene un propósito para nuestras vidas, me  bendijo con personas que me acercan a Él, personas que ayudan a edificar mi vida, compañeros para caminar por sus estatutos, y si así era su propósito ¿quién puede impedirlo? Isaías 14:27

Aprender a alejar cosas de nuestra vida es una tarea difícil, la naturaleza de los seres humanos es la costumbre, con el pasar del tiempo nos acostumbramos a la comodidad y a las cosas fáciles, que siempre terminan dañándonos, y el desapego a estas cosas es difícil si no se hace con firmeza. Pero el amor es poderoso, por amor somos capaces de hacer un sinfín de cosas: cambiar estilos de vida para formar un nuevo estilo junto con tu pareja, dejar de comer algún chocolate para dárselo a tu hijo, acompañar a un amigo, o cuando mi papá hace arepas de harina de trigo, aún cuando a él no le gustan, pero sabe que mi hermana y yo las amamos, el amor hace cosas impresionantes, y es capaz de restaurar muchas cosas en nosotras (Colosenses 3:14).

En algún momento de nuestra vida estaremos rodeadas de situaciones, cosas, personas, amistades, quizás algún novio, hábitos, etc., que quieran alejarnos de los mandamientos de Dios, pero el  amor que tenemos por Él y sus preceptos es mucho mayor, aunque estemos rodeados de malas compañías jamás nos olvidaremos de su ley (Salmos 119:61).  Mujer, recuerda que son esas las circunstancias que determinarán tu firmeza y amor por nuestro Salvador. Necesitamos aprender a apartarnos de las cosas que no edifican nuestras vidas, y aunque en mi caso Dios me ha premiado con tan buenas amistades también he tenido que alejarme de algunas personas que me hacían quebrantar mi fe. Y esto no sólo pasa con amistades, puede suceder con cualquier cosa en nuestra vida diaria, algo a lo que le demos más importancia que a Dios, que simplemente nos aleje de Él. Piensa, ¿qué te está alejando de Dios? Pues hoy es el momento indicado para arreglarlo, por amor hacemos esos cambios.
Prometer y obedecer, son palabras que requieren de amor para poder ser llevadas a cabo, yo prometo y obedezco por amor, es por esto que cuando decidimos pedirle a Dios que nos ayude a entender sus estatutos (Salmos 119:27) también debemos prometerle que los cumpliremos y si cumplimos estaremos obedeciendo. Cuando era niña, siempre le pedía a mi mamá que me comprara alguna cosa, y para convencerla le hacía promesas, como limpiar, hacer la cena todos los días, no pedirle más nada hasta el próximo mes, etc. A veces las cumplía y a veces no. Cuando no las cumplía imagino que mi mamá se sentiría decepcionada, así pienso que sucede con Dios, imagina que le prometes algo y no lo cumples, ¡wou!, no cumplir una promesa a un Rey en otros tiempos sería un castigo grave, qué bueno que su amor, gracia y misericordia nos alcanzó, aún cuando estamos llenos de pecado (Efesios 2:4-5)
Y así como la tierra está llena de Su gran amor, nuestros corazones deben rebosar de amor por Él.

Profundizando
1. Copia los versículos bíblicos que más te hablaron o gustaron y organizalos según el código de color de la biblia. MEMORIZA SALMOS 119: 63   
2. Dibuja un árbol (no en el diario creativo) donde escribas el nombre de tus amigos, y ora por ellos durante toda la semana. Dale gracias a Dios por sus vidas.
3. Escribe una oración al finalizar tu devocional
4. Escribe y comparte las muestras de amor que Dios ha tenido contigo, y las cosas que haces para demostrar tu amor por Él
5. Escribe la parte que más te gustó de la canción y qué entiendes cuando dice “rebosa mi corazón con palabras de amor”
6. Realiza tu diario creativo utilizando la hoja de imágenes anexa, recorta y pega a tu gusto.



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