Un espacio para compartir la palabra de Dios y crecer en ella.

El doble animo. Semana 4.

  Por Gisela Méndez  

La Biblia nos menciona al hombre de doble animo, ese cuyas emociones lo denominan. Y es que este personaje es alguien que está constantemente viviendo en un estado de esclavitud. La mitad de su ser, esta atada a un sin fin de emociones que hacen una doble vida: mente, y alma. Quizá una vive para Dios, mientras que la otra vive para su mal hábito. Por lo tanto, podemos ser de “doble ánimo”. Si esas experiencias describen o no nuestra situación actual.

Esta persona se encuentra en el estado del viejo hombre. Y su característica principal es la inconstancia. Una persona que es inconstante, lo será “en todos sus caminos”, en toda las cosas que hace, en todos los ámbitos de su vida: familia, trabajo, congregación, finanzas. La palabra nos habla de que quien así haga no recibirá cosa alguna del Señor. Diciéndolo de otra manera Dios no bendice ni puede confiar su obra a un inconstante.

Si estamos luchando con ser de doble ánimo, debemos leer, estudiar y memorizar la Palabra, porque es la Palabra de Dios la que produce fe. Debemos orar por la fe. Dios da gratuitamente lo que es bueno a los que se lo piden, y es bueno pedir un aumento de fe.

Si eres de doble ánimo, te insto a que te rindas a Dios en el día de hoy porque sólo en Él es donde se encuentra la verdadera estabilidad de la mente. Dios nos ha provisto una manera de escapar de la doble mentalidad. Depende de nosotros aceptar o rechazar lo que Él nos ofrece. Independientemente de nuestra elección, no tenemos excusa porque Dios ha hecho su voluntad conocida al hombre a través de su Palabra y a través de la creación.

La sabiduría del Señor es necesaria, pero debes acceder a ella ampliamente. Recuerde, la sabiduría de Dios es libre, disponible y sólo tuvo acceso al camino de Dios. No hay otra manera.

¿Te imaginarias cuantos problemas evitaríamos si dejáramos de permitir que nuestras emociones nos controlen la vida? Proverbios 16:32 (NTV) dice: “Mejor es ser paciente que poderoso; más vale tener control propio que conquistar una ciudad.” Ser paciente y tener dominio son actitudes que debemos cultivar para poder ser sabias a la hora de que estas emociones se presenten, y no nos jueguen una mala pasada.

No dejemos que las emociones sean la brújula de muestras decisiones, sino permitamos que sean los principios divinos quienes nos dirijan; aunque es difícil no dejarse llevar por ellas pero si es posible, ¿sabes por qué? Porque somos hijas de Dios y “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:7

Si quieres que tus emociones sean controladas permite que el Espíritu Santo sea quien dirija tu vida hoy y siempre! Comienza hoy, comienza Ya.




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