Por Gisela Méndez
Crear hábitos que nos acerquen a Dios siempre se nos dificulta, apartar tiempo para orar, leer su palabra, ayunar, se nos hace cuesta arriba con los constantes quehaceres que tenemos encima. Y es allí cuando el enemigo se aprovecha para tenernos en un retardo espiritual, si, así mismo, un retardo espiritual, donde nunca pasamos a otro nivel de intimidad con el Señor, atrasando su propósito en cada una de nosotras.
Pasamos más tiempo en la “montaña rusa espiritual” bueno, así la llamo yo; cuando un día estamos en la cima con Cristo pero al otro día estamos en el piso, sin ganas de creer, confiar y muchos menos depender de la voluntad de Dios, y así vamos sin madurar, sin ver con claridad el propósito de Dios cumplido en nosotras. (Hebreos 5:12)
Es evidente entonces la importancia de revestirnos con la armadura de Dios y llenarnos de valentía para vencer en Cristo Jesús todos aquellos obstáculos que se atraviesan para separarnos de nuestra comunión e intimidad con Dios, pues cuando eso sucede, no solo nos beneficiamos a nosotras mismas, sino también ayudamos a los demás.
Y ese es el caso que trataremos en este devocional, hablaremos de una mujer valiente que supero todo obstáculo para ayudar a todo un pueblo en un momento de mucha aflicción, cuyo camino seguro era la muerte. Pues cuando hablamos de valentía, no nos referimos a la mujer que grite más, a la que se hace la más fuerte, o la que pasa por encima de cualquier circunstancia para lograr su objetivo, no, nada que ver, hablamos de esa valentía, que en primer lugar viene a los pies de Dios. (Josué 1:7)
Ester, una verdadera mujer valiente, pues estaba dispuesta a arriesgar su propia vida por el bienestar de su pueblo y por apoyar los planes de Dios. Dios la coloco estratégicamente para influir en personas y situaciones para su gloria. Así como a Ester la prepararon físicamente para ser reina Dios la había preparado espiritualmente hasta el punto de que Él pudo confiar en ella para la liberación de su amado pueblo. (Ester 4:14c)
Cuando Ester supo del complot de Aman para destruir a su pueblo , ella conti nuó en contacto con su primo Mardoqueo e inmediatamente se sintió movida por una profunda compasión por su pueblo que convocó a los Judíos en Susa a tres días de ayuno y se unió a ellos, buscando a Dios y preparándose para una batalla espiritual estratégica. (Ester.4:16)
En un encuentro dramático con su esposo, el rey. Ester se presentó sin ser invitada a él; para suplicar por su pueblo y su nación. ¡Ella pudo haber muerto! Pues en esa época no era permitido acercarse al rey si él no llamase. Aunque ella conocía el plan del enemigo, permaneció fiel y de acuerdo con el propósito de Dios no titubeo. Así se le concedió la liberación para los judíos en todas las provincias de su nación y salvo a su pueblo de una muerte segura. No solo los judíos fueron liberados, sino que Aman, su enemigo fue ahorcado.
Que increíble historia, Ester nos muestra que nuestra valentía viene del Señor, su plan estratégico para vencer su dificultad fue ayunar, apartar tres días para clamar a Dios y tener la fuerza para dirigirse al Rey. Motivando a todo su pueblo hacer lo mismo. Y es que al leer Ester 4:16b ella dice “Si perezco, que perezca”, y es que es más fácil arriesgarse cuando sabes que Dios está en control.
Cuando ella dice esas palabras no estaba siendo facilista, sencillamente estaba poniendo su confianza en el Señor, sabiendo que hasta la misma muerte puede ser afrontada con seguridad cuando confiamos en Dios. (Salmos 16:11) Esa es la valentía que como mujer queremos que desarrolles, una valentía que corra a los pies del cordero antes de hablar o hacer cualquier otra cosa en los momentos de dificultad.
Levántate con valentía para crear hábitos eternos, levántate con valentía para batallar por cambios en todas las áreas de tu vida, levántate con valentía para ganar el Reino de los cielos, levántate con valentía para compartir el mensaje de salvación, levántate con valentía para pedir perdón y perdonar, levántate con valentía para marcar la diferencia en cualquier lugar donde estés. (Mateo 11:12)
Se una mujer esforzada y valiente para la gloria de Dios. Pues él ha dicho: “Nunca te dejare” (Josué 1:9)
Creciendo en El
1.Marca según el código de color de la biblia los versículos de este devocional y copia aquellos en los cuales Dios te ministró. Memoriza 2 TIMOTEO 1:7.
2. Espiritualmente, ¿En que áreas te has sentido valiente? ¿Por qué?
3. ¿Cómo enfocas la siguiente frase con el devocional de hoy?: “Cuando descubres el plan de Dios para tu vida, te sientes fortalecida”
4. ¿Cómo relacionas el dominio propio con la Valentía? Describe e ilustra.
5.Ora durante la semana y pídele a Dios que te haga una mujer valiente espiritualmente. Cópiala en tu diario de oración junto con los versículos que Dios te ministre.
6. Escucha la canción de VALIENTE Y ESFORZADA de Marcela Gándara. Copia esas frases de donde consideras viene su valor.
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