Por Vanessa Duran
La sabiduría es una cualidad hermosa, de quien posee una gran cantidad de conocimientos. Una persona que sabe cómo actuar, que decir, y simplemente sabe el camino por el que va.
Muchas personas tienen conocimientos que han adquirido en diversos temas y demás cosas que han llegado a apasionar su vida. Y cuando tocan temas referentes a eso que les apasionan sobresalen en gran manera, porque tienen una gran cantidad de conocimientos y entendimientos sobre ello.
Hemos aprendido durante este tiempo sobre cómo nos ve Dios, ese padre por excelencia, ese guía a la verdad, amigo y todo las demás cualidades que lo hace perfecto, simplemente nuestro Rey. Como mujeres, nos gusta vernos, conocernos, simplemente nos satisface sentirnos bien con nosotras mismas. Y hoy aparte de verte completa, amada, libre, hermosa, valiente y más; Dios quiere verte sabía.
En (1 Samuel 25) encontramos la historia de una mujer llamada Abigail, un relato realmente impactante. Esta mujer, era de buen entendimiento y de hermosa apariencia, salvó a David de un acto del cual se habría arrepentido. Abigail escuchó que la gente de David había sido maltratada por su esposo Nabal, un hombre duro y de malas obras. Cuando el Rey David se enteró de esto, alisto a sus hombres para matar a Nabal y a su gente por lo mal agradecidos que habían sido después de él enviarles tantas bendiciones. Pero Abigail preparo una ofrenda grande y la cargo en sus asnos y fue al encuentro de David, se postro a sus pies, y le rogó que no matara, le pidió que olvidase el error de Nabal, que Dios haría justicia. David estuvo muy contento y agradeció a Dios por haber puesto a esta gran mujer en su camino para que le impidiera cometer un error tan grave.
La biblia en proverbios 31, nos habla de diversas características que debe tener una mujer sabia, y una de ellas es cuidar las palabras que salgan de su boca. Proverbios 31: 25-26, dice: “Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo porvenir. Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.” Proverbios 31: 25-26.
Nuestro padre uso como instrumento a esta mujer ¿Qué bendición no es así?, su sabiduría impidió muchas muertes, sus palabras sabias fueron de bendición para muchos, hoy quiero que reflexiones, ¿Cuántas veces hablas con sabiduría? ¿Cuántas veces has ignorado la voz de Dios para dirigirte con prudencia?
Cuando leemos el texto en (1 Samuel 25:3) nos refleja que Abigail era una mujer de gran entendimiento y hermosa apariencia, esta mujer sabía lo que hacía y cómo afrontar los problemas. (Prov.14:1). Ella conocía la maldad que había en el corazón de su esposo, pero aun así, ella pidió que solo se hiciera la justicia y voluntad de Dios. ¿Cuántas veces hemos dejado que Dios haga su voluntad? Muchas veces nos gusta hacer justicia por nuestras propias manos como David, pero Abigail nos da el gran ejemplo de que la sabiduría es lo mejor que pueda haber en nuestras vidas para enfrentar cualquier situación. (Prov.1:7)
¿Cómo podemos ser sabias como Abigail? Recordemos que si estamos faltas de sabiduría debemos pedírsela al mejor de este mundo, nuestro Padre. “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5). La sabiduría es importante en nuestras vida, cuando adquirimos esta cualidad tan hermosa logramos ser mejores, con un día a día ordenado y de bendición, es ella la que nos enseña cómo hablar y dirigir palabras (Mateo 12:34), que decisiones tomar y simplemente tener una existencia en la que todo lo que hagamos sea bueno a los ojos de nuestro Dios. (Salmos 119:1-5)
Cuando suelo hacer galletas, pongo en orden todos los ingredientes para saber que voy a usar, y llegar a hacer las galletas más ricas que la gente pueda probar. Eso quiere Jesús con nosotras, quiere que nuestra vida este organizada, en donde seamos sabias y alejemos lo malo y nos llenemos de lo bueno día a día, para hacer de nosotras las mujeres más bellas de este mundo. Quiere que dejes todo en sus manos, él desea que nuestro corazón lo anhele cada día más y más, como anhelamos ese café en una mañana lluviosa. Hoy Dios quiere que cuando abras tu boca, de ella salgan las cosas más hermosas. Pidámosle que transforme nuestra vida cada día, porque queremos agradarle. Deja que entre en tu ser, y cambie todo en ti como mujer. (Prov. 4:23)
Hoy creemos en Dios como mujeres, venga lo que venga le adoraremos. Demos ejemplo cada día, seamos mujeres llenas de su presencia. Que nuestras palabras sean sus palabras (Efesios 4:29). Quizá en nuestra vida hay un Nabal que trae desorden y cosas que a Dios no le agradan. Hoy seamos como Abigail, Sabias, llenas del mejor conocimiento que pueda haber en este mundo, que cuando hablemos salga de nuestros labios palabras de amor. Dios quiere lo mejor para nosotras, entreguemos toda nuestra vida a él, rindamos todo a sus pies. Clamemos a nuestro Padre, él nunca nos abandona, su dulce voz siempre nos llena de fuerzas, bendiciones, de hermosura y sobre todo, bellas palabras.
Hoy dile: Todo mi vida, y corazón te pertenece señor. Hazme cada día como esa mujer perfecta en ti, gracias por recibirme en tu casa. Amen
Creciendo en El
1.Marca según el código de color de la biblia los versículos de este devocional y copia en los cuales Dios te ministró. Memoriza PROVERBIOS 31: 25-26
2.Escribe “Sabiduría” y haz una lista de lo que significa para ti.
3.Con la historia de Abigail, al presentarse ante David. ¿Crees que habrá algo imposible para Dios? ¿Por qué?
4.Dibuja algo que creas que siempre te va a recordar la sabiduría de Dios (un objeto, frase, entre otras cosas)
5.Ora durante la semana y pídele a Dios que te haga una mujer Sabia cada día en tu vida. Cópiala en tu diario de Oración junto con los versículos, canciones o como Dios te haya ministrado.
6.Escucha la canción: Transforma mi vida de Sara Franco. Y en otra hoja de tu diario de oración, escribe una oración al Señor conforme lo que te ministre la canción.
DESCARGA EL DEVOCIONAL.
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