Por Lissette Rodríguez
La palabra de Dios está llena de una verdad incalculable, una verdad que te despierta y santifica, nos otorga vida y sabiduría. ¿Crees que la palabra de Dios podría mentir? ¡No!, indudablemente no, pues Jesucristo es la verdad y la vida, nos ama y siempre estará dispuesto a que conozcamos lo que realmente importa, lo que realmente nos acercará a la eternidad. En la biblia, encontramos referencias de cómo una misma frase logra repetirse dos veces, por ejemplo, Jesús dice: “De cierto, de cierto os digo…”, para asegurar que lo que dice es importante, firme, e irrevocable, para darnos a entender y reafirmarnos la palabra. Por eso esta semana Dios te dice: “¡Qué hermosa eres, amada mía! ¡Qué hermosa! Tus ojos son como palomas.” (NTV) Cantares 1:15.
¿Alguna vez te has sentido hermosa? Imagino que sí, pero ¿te sientes siempre hermosa? Probablemente hay veces en que ni te provoque echar un vistazo al espejo, porque simplemente no es tu día. Pero hoy, Dios quiere que tu visión hacia ti misma sea interior y no exterior, pues la belleza exterior fue ideada para agradar a los seres humanos, para pintar “patrones de belleza” en el mundo, y para tu propio gusto. La belleza interior es aquella que agrada a Dios, la belleza interior hace florecer la belleza exterior sin la necesidad de mucho trabajo. (Proverbios 31:30)
2 de Reyes 5 nos dice que Naamán era general del ejército de Siria, apreciado por su rey, pues era valiente, y por medio de él Dios le había concedido la victoria a Siria. La palabra del Señor dice que era un hombre valeroso en extremo, pero leproso. En una ocasión los sirios capturaron a una muchacha israelita y la hicieron criada de la esposa de Naamán. Esta joven, con nombre desconocido, al enterarse que su amo padecía de lepra, le dijo a su ama que si Naamán hiciera un viaje para ver al profeta que se encontraba en Samaria, Dios lo sanaría de su lepra. ¡Impresionante! La biblia no lo describe, pero es probable que esta sierva hubiera sido maltratada, la habían despojado de su hogar, servía a otros que no eran los suyos, y estaba en terreno desconocido; pero aun así, era fiel a la hermosura de su corazón, pues allí guardaba la palabra del Señor, la cual nos enseña a amar a todos los que hacen daño contra nosotros, a los que nos tratan de mala manera (Romanos 12:21).
La belleza espiritual es aquella que día a día debemos regar para no dejarla morir, la belleza espiritual representa el amor de Cristo hacia nosotras, y nosotras como buenos espejos de Dios, debemos reflejar ese amor incalculable.
En ninguna parte de esta pequeña historia de la criada de Naamán nos dice
Teólogos dicen que es probable que esta sierva de Naamán haya sido recompensada por su buena obra. Pues una vez que Naamán hizo su viaje a Samaria y fue sanado a través de Eliseo, retorna su viaje a casa, y muy probablemente estaría en deuda con su criada. Ten siempre presente agradar el corazón de aquel que mora en los cielos, no esperes buenas palabras o aceptación de otros, esfuérzate por verte hermosa ante tu Rey, y a Él déjalo bien en alto con tus actos acá en la tierra.
El mismo Jesucristo tuvo actos de hermosura acá en la tierra, dice la palabra de Dios en Juan 13:3-5 que lavó los pies de sus discípulos aun sabiendo que el Padre le había dado todas las cosas, ¿te imaginas al Maestro lavándote los pies? Pues lo hizo por la hermosura de su corazón. Y por la hermosura de su corazón murió en la cruz, es por ese sacrificio que encontramos reconciliación diariamente. Coloca todo tu empeño para darle sentido aquella muerte en la cruz, no seas fanática del mundo, pues estarás limitando el servicio y el gran corazón que Dios puso en ti, no seas como la sal que nunca es sacada de su recipiente, la cual no puede añadir sabor ni preservar, que no da sed y es inútil. Sé la mayor fan de Cristo y no te limites a una vida cristiana, vívela, siéntela. ¡Sé sal, luz y la levadura del mundo!
La mujer espiritualmente hermosa está dispuesta a dar sus manos y corazón para la obra de Dios, ella llega a ser un medio para la gloria de Dios. Por su vida, sus acciones y su carácter, otros pueden ver a Cristo, y Dios es glorificado. Sheila Keckler Butt
Creciendo en El
1.Marca según el código de color de la biblia los versículos de este devocional y copia aquellos en los cuales Dios te ministró. Memoriza Cantares 1:15.
2.Representa en un mapa mental las características que creas que debe tener una mujer hermosa.
3.Con tus propias palabras: ¿consideras la sierva de Naamán una mujer hermosa? ¿por qué?
4.Te reto esta semana a sentirte más hermosa que nunca, pon todo tu esfuerzo para disciplinarte en hábitos que te acerquen a Él.
5.Ora durante la semana y pídele a Dios que te haga una mujer hermosa espiritualmente. Cópiala en tu diario de oración junto con los versículos que Dios te ministre.
6.Escucha la canción “Lo Que Buscas de Mí” - Alex Campos (feat. Marcos Brunet), y recuerda que Dios te eligió desde antes de la fundación del mundo, dale lo que busca de ti, demuéstrate hermosa en Su presencia.
DESCARGA EL DEVOCIONAL.
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