Un espacio para compartir la palabra de Dios y crecer en ella.

Mujer, Dios te ve Prudente.



Por     Lissette Rodríguez  


La capacidad de pensar y meditar ante ciertas circunstancias o aspectos de nuestra vida analizando cada faceta, sus consecuencias y riesgos, es algo que como personas y sobre todo como mujeres, se nos hace muy difícil, la mayoría de nosotras somos impulsivas ante las situaciones y nos hemos acostumbrado a trabajar sobre la marcha. Pero hoy, aprenderás que ser una mujer prudente es una cualidad necesaria en nosotras, sinónimo de sabiduría, paciencia y planificación.

El decidir seguir a Cristo, vivir en obediencia, dar buen testimonio, leer su palabra, y mantener una comunicación íntima con Él, es el resultado de acatar los consejos que en algún momento nuestro pastor, líder o un hermano en Cristo quiso sembrar en nosotras. Decidimos escuchar y decirle “no” a aquella vida llena de necedad que antes llevábamos. Y fue por ese gran paso que ahora podemos detenernos antes de actuar, y pensar: “¿haría Cristo lo que yo estoy haciendo?”, o decir “primero lo consultaré con mi Padre, pues Él es mi guía” (Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre que construyó su casa sobre la roca. Mateo 7:24).

Si hoy has dejado de tener esta actitud prudente, y te has dejado llevar por los impulsos que has adoptado de la carne, es necesario que hoy empieces a retomar el camino que llevabas perdido, echa un vistazo dentro de ti y piensa ¿he sido lo necesariamente prudente? ¿Hace cuánto que no lo soy?

En Éxodo 2:1-10 encontramos una historia corta pero realmente significativa, pues Jocabed, madre de Moisés, muestra un espíritu prudente y sensato. Una vez que muere José en Egipto y también toda aquella generación, los israelitas empezaron a multiplicarse y a producir muchísimo en ese territorio, pues Dios estaba con ellos, y todo lo que tocaban sus manos era fructífero. Cierto día llegó al poder en Egipto otro Rey que no era conocido por José, y al darse cuenta de la abundancia tan inexplicable que tenía el pueblo de Dios, sintió miedo y decidió esclavizar y reducir el número de israelitas mandando a matar a todo varón hebreo que naciera. Jocabed, al dar a luz, vio que su hijo era de una hermosa apariencia, y lo escondió durante tres meses. Cuando ya no pudo seguir escondiendo al niño decidió hacer una cesta de papiro, y la llenó de brea y asfalto, colocó al niño en ella y lo dejó a orillas del Nilo.
Al leer esta historia, quedo muy asombrada, esta madre estaba desprendiéndose de su hijo, sin saber a dónde llegaría, o si quizás moriría ahogado.

 Pero lo que sí imagino es la tranquilidad con que ella realizó este acto, ¿cuántas veces no ponemos en práctica esta paz y tranquilidad? Dejamos que la preocupación sea más grande que nosotras, Jocabed conocía que su Dios era más grande que cualquier cosa, mantuvo la paz y tomó una decisión guiada por Él. La biblia no lo menciona, pero sé que los propósitos y planes de Dios son perfectos (Proverbios 19:21), y era eso lo que tenía que pasar para que se formara en Moisés el gran líder que fue.


Lo mejor de toda esta pequeña historia es que Jocabed pudo seguir criando a su hijo, pues la hermana del niño siguió el cesto donde iba el bebé, y al darse cuenta que fue descubierto por la hija del faraón le aconsejó a ella que una mujer hebrea sabría criar mejor al niño, e inmediatamente fue a llamar a su mamá para esta tarea.

Y es eso lo que pasa cuando tomamos decisiones llenas de prudencia, pues ellas nos traen recompensas. Porque primeramente obedecemos y pedimos la dirección de Dios antes de seguir con cualquiera de nuestros planes. Estoy muy segura que cualquiera de nosotras ha tenido pequeños tropiezos por actuar de una manera impulsiva, y no pensar más allá del primer momento, pues la toma de decisiones a la ligera nos coloca en peligro, nuestra vida empieza a estar en riesgo sólo por el simple hecho de no actuar como lo haría Jesús. Jocabed actuó con prudencia sin saber lo que iba a pasar, sólo confió en Dios, y pudo disfrutar ver crecer a su hijo y mantenerlo a salvo.

Hoy da el paso necesario y sube un peldaño más para ser perfeccionada por Dios. Cuando podemos reconocer nuestros malos actos es cuando más sensibles somos a la voz de nuestro creador, pues podemos sentir como el Espíritu Santo que habita dentro de nosotras nos dice cuando hemos hablado o actuado de una forma no agradable (Juan 14:26). Hoy pídele que te llene de sabiduría para actuar con prudencia (Efesios 1:17), pídele que renueve cada día tu espíritu (Salmos 51:10), pídele dirección porque es Él quien conoce el mejor camino por el que debes andar. Y sobre todo, pídele que siempre te coloque en una roca más alta, para saber lo que va a pasar a tu alrededor y así actuar prudentemente (Salmos 61:2 DHH)

La hermosa promesa de Dios para ti en esta semana, es que a pesar de las lluvias, tormentas, e incluso desiertos, nada te afectará, porque sé que has decidido atender la palabra de Dios, has decidido echar grandes y fuertes raíces en el mejor terreno, edificas tu casa sobre la roca. Entrégale a Dios el control de tus actos y palabras.

 Creciendo en El


1.Marca según el código de color de la biblia los versículos de este devocional y copia aquellos en los cuales Dios te ministró. Memoriza Mateo 7:24

2.Escribe con tus propias palabras la(s) razón(es) por la(s) que crees que Jocabed fue una mujer prudente.

3.Realiza un acróstico con la palabra prudente, donde definas qué es.

4.Ora durante la semana y pídele a Dios que te haga una mujer prudente. Cópiala en tu diario de oración junto con los versículos que Dios te ministre.

5.Escucha la canción “Desde mi interior” de Hillsong y medita en cómo en necesario que Dios habite en tu corazón por completo para que empieces a ver frutos de prudencia en tu vida.

  

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