Mujer, Dios te ve AMADA.

Por   Vanessa Durán 

“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.” Isaías 43:4

El amor, es un de las cosas que hemos escuchado toda nuestra vida. Amor a nuestros padres, amor a animales, a objetos, a deportes entres muchas cosas más. El amor es un sentimiento puro e inigualable, uno de los valores más importantes de la humanidad, en donde claramente se diferencia el bien y el mal. Asimismo, cuando tenemos amor, nuestra vida se llena de alegría, gozo, paz, esperanza; simplemente bienestar completo. Cuando amamos no esperamos nada a cambio, simplemente nos comprometemos y nuestra mente, el corazón y el alma se unen para amar. 

El amor de Dios, es el mejor que existe en el mundo. Su amor es incondicional y completo; en él no hay fallas como en nosotros los seres humanos, es perfecto en todos los sentidos. Nuestro Padre nos amó desde antes que respiráramos, demuestra su amor día a día, nos dio un hermoso hogar como lo es la tierra, nos proporciona todo lo que necesitamos y lo que cree necesario para nosotros, nos hizo a su imagen y semejanza. Su amor ha sido tan grande que dio a su hijo unigénito, para que muriera por nuestros pecados (Juan 3:16) ¿Crees que alguien más puede amar de esa forma, que incluso dé a su único hijo por una multitud de mentirosos, asesinos y simplemente pecadores? Yo lo dudo.

La Biblia nos relata que existió una mujer que, discípula; llamada Tabita, que traducido quiere decir Dorcas. Ella era una mujer servicial, abundaba en buenas obras y limosnas que solía hacer. La gente la amaba por la gran persona que era, un día enfermo y murió. Las viudas, y demás personas se llenaron de tristeza por su perdida, lavaron su cuerpo y la llevaron a una habitación. Los discípulos se enteraron que cerca se encontraba Pedro, así que fueron y le rogaron para que fuera a donde se encontraba Dorcas. Dice la palabra de Dios que él fue. Y al llegar se arrodillo y oró, y le dijo a su cuerpo: Tabita, ¡levántate! Y ella abrió sus ojos. (Hechos 9: 36-43). Una gran historia ¿No es así? 

El amor de Dios es reflejado en esta gran mujer que entrego su vida al servicio, una mujer llena de fe y amor por los demás, a pesar de las circunstancias, fue el amor de nuestro Padre el que permitió que ella viviera. Muchas mujeres hoy en día creemos que no hay nadie que nos ame, e incluso llegamos al punto de sentirnos solas y dejamos entrar enemigos como la depresión, quizá por temas como nuestro físico, forma de ser y demás. Nosotros las mujeres solemos ser muy sensibles cuando se habla de nuestros sentimientos y cualquier cosa suele derrumbarnos. Hoy Dios quiere recordarte que él tiene un gran amor hacia ti, él quiere que vivas como lo hizo Dorcas, pues eres un gran propósito para él. Fue Dios quien construyo esa bella mujer que hay en ti y ¿Por qué esconderla? Refleja el amor de Dios que está en ti; como Dorcas lo reflejaba a toda su comunidad, ganándose el afecto y respeto de todos, tanto así, que lloraron su perdida y la querían de vuelta. Déjate amar y ama a otros.

Nuestro Padre quiere recordarnos hoy como mujeres, que él esta con nosotras, y que nunca nos dejara solas; él quiere darnos fuerzas para seguir adelante, quiere llenar nuestro rostro de alegría. Dorcas fue una gran mujer, y estoy segura que nunca perdió el amor hacia Dios, y eso es lo que esta semana Dios quiere que logremos, que regresemos a ese primer amor como lo es Él. Y entreguemos así nuestro corazón y amor al creador. Recupera tu primer amor y avanza en El Señor. (Apocalipsis 2:4)

Hoy quizá te sientas abatida, triste y sin ánimos por diversas circunstancias, pero no dejes que el enemigo te quite esa fortaleza y paz que Dios quiere entregarte. Esta semana te recuerda que eres amada por él, y quiere colocar tus pies en una roca, donde estés firme y feliz eternamente. El Señor quiere que sigas afirmando tus pasos, que sigas creciendo en él y sobre todo sigas sanando y guardando ese corazón que él quiere llenar de su gran amor. 

Cuando amamos a nuestro Dios miramos una misma dirección en él. Porque el amor es una de las mejores cosas que hay en una vida llena de su presencia.

Quizá hay cosas que nos han enfermado como a Dorcas al punto de llevarla a la muerte, pero Dios quiere seguir restaurándote y animarte a seguir su camino disfrutando de su amor por la eternidad (Judas 1:21), él te quiere capacitar como mujer de propósito, hoy levántate y sigue el amor de Dios (1 Juan 4:19), permanece en él, porque eres amada. De igual forma ama, hazlo para y por Dios. Cuando amamos sabemos que hemos conocido al Rey de Reyes (1Juan 4:7-8). Porque él es amor.

Oremos: Gracias Señor por verme como esa niña de tus ojos, gracias por seguir enseñándome. Hoy sé que soy amada por ti, quiero amarte fervientemente día a día, y llevar tu cariño. Enséñame a ser como Dorcas, a obrar bien en ti y a levantarme en tu amor eterno. Amén y amén.

Creciendo en El

1.Marca según el código de color de la biblia, los versículos de este devocional. Copia aquellos en los cuales Dios te ministro. Memoriza Isaías 43:4

2.¿En qué áreas de tu vida te has sentido amada por Dios?

3.¿Qué hábitos crees que debes cambiar para que Dios obre con su amor en tu vida?

4.¿Qué te gustó más de la historia de Dorcas?

5.Ora durante la semana y pídele a Dios que siga enseñando su amor, para que nunca olvides que eres amada ante sus ojos. Cópiala en tu diario de oración, junto con los versículos que Dios te ministro.

6.Escucha la canción “Incontrolable amor-Kike Pavón”, y dibuja respondiendo: ¿cómo te sientes amada por Dios?

DESCARGA EL DEVOCIONAL. 

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